• Todo tipo de materiales: acero al carbono, acero inoxidable, galvanizado, aluminio, titanio, latón… Procesos de soldadura homologables bajo códigos internacionales.

  • Cualquier posición: desaparecen las posiciones de soldeo, al no existir un caldo de soldadura convencional que pueda descolgar.

  • Reducir costes: mano de obra en más de un 50%, gracias al ahorro en tiempos y personal, ya que el equipo es muy sencillo de manejar. Buenos
    acabados, eliminando la necesidad de repasados posteriores. Mínimos consumibles (lente de protección, boquilla, gas de protección y agua desionizada).

  • Reducir plazos: el armado y soldadura puede ser realizado por el mismo operario, y a una velocidad de soldeo que puede llegar a los 7 m/min en aplicaciones manuales.

  • Calidad: al soldar a gran velocidad, y con una aportación de calor muy concentrada, se minimizan las deformaciones y la zona afectada térmicamente.

  • Seguridad: reduce radiaciones, emisiones de humos y el calentamiento de los materiales soldados.

“Ofrecemos soluciones donde las técnicas convencionales no llegan”

Para ello hemos desarrollado una serie de nuevas técnicas que nos permiten abordar con garantías problemas complejos. Todo ello basándonos en un profundo conocimiento, en la experiencia y en el dominio de nuevos métodos de análisis y procesos.